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Shiatsu


Conoce los beneficios del shiatsu, una técnica japonesa que basa sus beneficios en conseguir la correcta canalización de la energía vital mediante la presión en ciertos puntos clave de nuestro cuerpo.

Shiatsu: presión sanadora.

Originaria de Japón y descendiente de la tradición China, el shiatsu es una antigua terapia que basa sus beneficios en conseguir la correcta canalización de la energía vital (Chi) mediante la presión, en ciertos puntos clave de nuestro cuerpo, ejercida con los dedos y las palmas de las manos. Conoce las propiedades y beneficios de esta técnica a la que han recurrido personajes tan conocidos como la actriz Marilyn Monroe o el campeón de boxeo Muhammad Ali.

¿En qué consiste el shiatsu?

Hay constancia de la práctica del shiatsu desde principios del siglo XX, más concretamente desde el año 1912, cuando Tokujiro Namikoshi desarrolló una técnica de presión con los pulgares y las palmas de las manos para tratar la artritis reumatoide que padecía su madre.

Al igual que otras técnicas orientales como la acupuntura, el shiatsu se basa en un principio por el cual el estado de salud de una persona dependerá en gran medida de cómo fluya su energía vital a lo largo de su cuerpo, proceso que se realiza a través de unos canales denominados meridianos.

Teniendo esto en cuenta, si se aplica cierta presión sobre dichos meridianos mediante las palmas y los dedos de las manos, sobre todo los pulgares, podremos reconducir y mejorar la circulación de la energía y, por consiguiente, nuestra salud.

Del mismo modo, el shiatsu también está relacionado con otras prácticas orientales como son el taichi o el yoga y es que, al igual que sucede en estas dos técnicas, su esencia también radica en conseguir que mantengamos el cuerpo en una posición correcta y que realicemos tanto nuestros movimientos como nuestra respiración de una manera consciente y precisa.

Con todo ello lograremos que la energía antes mencionada circule de forma natural en nuestro organismo logrando así la perfecta armonía entre cuerpo, mente y espíritu, lo cual, a su vez, hará que nuestro estado de salud sea mucho mejor.

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Como sucede en el caso de otras terapias alternativas orientales, la práctica del shiatsu en diferentes lugares hace que evolucionen dando lugar a diferentes tipos, aunque, en esencia, siga siendo la misma técnica.
Tipos de shiatsu
  • Shiatsu clásico: también conocido como shiatsu original. Consiste en ejercer presión con los pulgares en una serie de puntos reflejos que vienen determinados por la propia fisiología del sistema nervioso, sin tener en cuenta la teoría de los meridianos.

  • Shiatsu Zen o Keiraku: fundado por el maestro Masunaga, no sólo utiliza los pulgares y las manos para su práctica, sino que se emplean incluso los codos y las rodillas. En este caso, este tipo de shiatsu trabaja con todo el cuerpo y sí se centra en la teoría de los meridianos para regular, bien las carencias de energía (Kyo), bien el exceso de la misma (Jitsu), y para lograrlo se utilizan dos técnicas que son apoyar (ho) y dispersar (sha).

  • Tao Shiatsu: se considera como una evolución de la tipología anterior y está orientado a tratar problemas a pacientes con problemas crónicos.
Beneficios del shiatsu

El shiatsu mejora el estado general de nuestro organismo puesto que nos relaja, nos ayuda a liberar tensiones y reduce nuestro grado de estrés, tanto el físico como el emocional. Además de todo ello, equilibra los sistemas nervioso, respiratorio y digestivo, favorece la circulación sanguínea, tonifica la musculatura, evita la retención de líquidos y, por consiguiente, favorece el drenaje linfático y la eliminación de toxinas. Por todo ello, cada vez son más las aplicaciones médicas que se le atribuyen a esta práctica, entre ellas nos encontramos:

  • Dolores musculares, dolores de espalda, así como lumbalgias o ciáticas, entre otros.
  • Ansiedad, insomnio, estrés, depresión o estados de nerviosismo.
  • Migrañas y cefaleas.
  • Fatiga y agotamiento crónicos.
  • Problemas gastrointestinales.
  • Trastornos relacionados con la menstruación y la menopausia.
Contraindicaciones del shiatsu

A pesar de todos estos beneficios y aplicaciones, el shiatsu también tiene ciertas contraindicaciones y no estaría recomendada su práctica en los siguientes casos:

  • Enfermedades degenerativas y tumores malignos.
  • Hemorragias y lesiones externas.
  • Inflamaciones y afecciones agudas así como procesos infecciosos que, además, cursen con fiebre.
¿Cómo es una sesión de shiatsu?

La práctica del shiatsu está bastante regulada y hoy en día es posible encontrar centros certificados en casi todas las ciudades españolas, y por ende en casi todo el mundo. Una sesión de shiatsu tiene una duración aproximada de entre 30 y 90 minutos. Por lo general, la primera sesión es la más larga porque incluye la valoración del estado de salud del paciente. El precio medio de una sesión de shiatsu suele ser de unos 30 € por hora, aproximadamente.

Será el profesional quien te recomiende el número de sesiones y la frecuencia con la que debes asistir hasta que mejoren de tus dolencias aunque lo habitual es que, al principio, se reciban dos o tres sesiones por semana para después, progresivamente, reducir el número a una sesión semanal. La terapia se realiza en una habitación con una temperatura agradable, sobre una camilla o colchoneta. Es recomendable que vistas prendas cómodas, a ser posible de algodón, ya que para su práctica no es necesario desvestirse ni tampoco emplear cremas o geles. Sí es posible que, para crear un ambiente más agradable e incrementar los efectos del shiatsu, el terapeuta utilice la aromaterapia como complemento. Antes de empezar, el terapeuta realizará un reconocimiento previo para detectar el origen y el foco de tu malestar y, a continuación, realizará presiones moderadas con sus dedos y manos con lo que proporcionará calor en las zonas afectadas.

El bienestar que sientas después de esta sesión te durará varias horas, incluso días. Sin embargo, a veces sucede que, tras las primeras sesiones, los pacientes sienten cierto dolor o malestar. No te preocupes, es normal y forma parte del proceso de recuperación. En cualquier caso, si las molestias persisten, coméntalo con tu terapeuta quien te indicará lo que debes hacer para sentirte mejor o modificará la terapia para que no se produzca dicho malestar. Por último, no esperes a sentirte mal para recurrir al shiatsu. Los expertos en esta terapia aseguran que precisamente cuando nos sentimos bien es el mejor momento para que realicemos sesiones de shiatsu que refuercen nuestro sistema inmunológico y prevengan futuras molestias.

Efectos terapéuticos

Aplicación del Shiatsu sobre dolencias concretas : De acuerdo con sus promotores, el shiatsu puede ayudar a tratar los siguientes síntomas

  • Dolor de espalda
  • Migraña
  • Lesiones cervicales y rigidez del cuello
  • Movilidad reducida
  • Dolor menstrual
  • Problemas digestivos
  • Síntomas de asma
  • Depresión clínica
Terapia preventiva y estimuladora de la salud
Muchos terapeutas profesionales del shiatsu entienden esta terapia no solo como una herramienta para tratar problemas específicos, sino como una técnica que ayuda a promover la salud de las personas y prevenir la enfermedad, ya que estimula sus sistemas inmunológicos y el poder curativo natural que ya poseen. Tratar el cuerpo como un todo, por lo que dicen, ayuda a restaurar el equilibrio de los distintos sistemas del cuerpo (nervioso, circulatorio, digestivo, etc.) y estimula la armonización del cuerpo y la mente.
Estudios científicos sobre su eficacia

En 2012 son escasos los estudios científicos sobre los efectos del shiatsu sobre la salud humana, de modo que no existe consenso, ni evidencia objetiva contundente sobre la capacidad curativa del shiatsu en el tratamiento de distintos tipos de dolencias o desórdenes. No obstante, los informes de ciertas instituciones le dan cierto reconocimiento como terapia complementaria. Por ejemplo, la organización Cancer Research UK es muy clara en este sentido: no considera que el shiatsu sea beneficioso en el tratamiento del cáncer, sin embargo si afirma "que algunos estudios utilizando terapias de masaje en general (incluido el masaje shiatsu) sugieren que podrían ser útiles como terapias complementarias para personas con cáncer u otras dolencias".

En el 2006 se llevó a cabo una revisión sistemática a gran escala de evidencias y publicaciones por la Shiatsu Society UK en colaboración con la Thames Valley University. La búsqueda bibliográfica utilizó PubMed, OVID, Science Direct, Blackwell Synergy, Ingenta Select y Wiley Interscience, The Index of Theses8 y ZETOC. Los resultados y conclusiones de este estudio se enfocaron en el control de síntomas/mejoría para diversas dolencias e incluye una serie de recomendaciones para futuras investigaciones sobre la eficacia del shiatsu como tratamiento médico.

El estudio europeo La experiencia y los Efectos del Shiatsu (2007), coordinado por Andrew Long, director del Instituto de Atención a la Salud de la Universidad de Leeds (Reino Unido), y Seamus Connolly, de la Federación Europea de Shiatsu, reconoce claramente los beneficios del shiatsu en el tratamiento de ciertas dolencias y aboga por su inclusión en los sistemas de salud pública. Los datos recogidos en este estudio indican que una muestra de pacientes sentían que sus terapeutas les escuchaban con atención y que consideraban que estos –los terapeutas– eran dignos de confianza, cálidos y capaces. Los clientes también indicaron que tras los tratamientos se sentían relajados, calmados y de mejor ánimo para afrontar sus problemas. Los participantes con altos niveles de stress y problemas musculares y/o articulares fueron los que presentaron la mejoría más significativa.